domingo, 23 de octubre de 2011

El trabajo en equipo en la Atención Primaria

“En un equipo que funcione bien, cada persona tiene que tener la impresión de que da más de lo que recibe.
Por consiguiente hay que contrarrestar este pensamiento sabiendo reconocer todo lo que recibimos de los demás”
Francesc Borrell. Aforismos que me ayudan. JANO 2001; 1405: 1240



Según la OMS (1973), el equipo de salud se define como aquella “Asociación NO JERARQUIZADA de personas, con diferentes disciplinas y profesionales, con un objetivo común, que es el proveer en cualquier ámbito a los pacientes y familias la atención más integral de salud posible”.
¿Cómo alcanzar esos objetivos? “Desarrollando unas funciones”, dicen las directrices.
Funciones que en el ámbito de la AP todos conocemos de memoria, como atender la asistencia sanitaria de una forma coordinada con el nivel hospitalario, realizar actividades encaminadas a la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y a la reinserción social, contribuir a la formación y seguir avanzando a través de actividades de investigación e innovación.
El sentido común nos dice que llevar a cabo todas estas tareas, y sobre todo la primera, la de atender a más del 80% de los problemas de salud que día a día que se generan en nuestro país, “cada uno por su lado” no contribuye mucho a conseguir los objetivos de “proveer una atención integral”. Y que para dar respuesta a esos problemas se necesita del aporte de muchos profesionales y disciplinas diferentes, ya que los determinantes en salud, como hemos visto en el mes pasado, en la mayoría de las ocasiones no sólo trascienden de la consulta del médico o de la enfermera, sino del propio centro de salud.
Tenemos la definición, tenemos constituída “la asociación no jerarquizada”, conocemos nuestras funciones, estamos sensibilizados sobre la necesidad del trabajo en equipo… entonces, ¿porqué no trabajamos en equipo? ¿Qué es lo que falla?

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